
El suburbio de Alexandra ha sido escenario de violentos ataques contra inmigrantes.
La policía sudafricana señaló que una ola de ataques contra inmigrantes de países africanos, iniciada en la zonas más pobres de Johannesburgo, se ha ido extendiendo a otras partes de la ciudad.
Las autoridades informaron que el sábado en la noche al menos cinco personas murieron apaleadas o calcinadas en el suburbio de Cleveland y añadieron que otras cincuenta más fueron trasladadas al hospital.
Mientras tanto, cientos de inmigrantes se han visto obligados a refugiarse en la estación de policía local.
Cleveland es el quinto suburbio en el que se han producido esta semana ataques contra inmigrantes, en su mayoría provenientes de Zimbabue.
Los incidentes de xenofobia han conmocionado a Sudáfrica y han hecho que líderes políticos y representantes de la Iglesia los comparen con la violencia de la época del Apartheid.
Testimonios
La corresponsal de la BBC en Johannesburgo, Caroline Hawley, conversó con varias víctimas de los ataques.
Es mejor morirme de hambre en mi país que morir aquí. Por lo menos allá en Zimbabue, mis padres me pueden enterrar y ver mi tumba
"Stu", inmigrante de Zimbabue
Uno de ellos, quien se identificó simplemente como "Stu" por temor a dar su nombre completo, señaló que una muchedumbre vino a buscarlo a su casa en Alexandra para quitarle todo lo que tenía. Ahora simplemente quiere volver a su país de origen.
"Escapé de la situación en Zimbabue para intentar apoyar a mi familia", señaló el joven de 24 años. "Pero es mejor morirme de hambre en mi país que morir aquí. Por lo menos allá en Zimbabue, mis padres me pueden enterrar y ver mi tumba".
Por su parte Arlindo Nhantumbo, quien emigró de Mozambique hace doce años, contó que un grupo de gente se apareció en su casa con armas de fuego, exigiéndole que abandonara el país.
"No se qué hacer porque estoy casado con una sudafricana y tenemos una bebé de cinco meses. Estoy desesperado".
Chivos expiatorios
Nuestra corresponsal señala que nadie sabe la cifra exacta de inmigrantes que viven en Sudáfrica, pero el Instituto de Relaciones Raciales cree que son entre 3 y 5 millones, lo que equivale al total de la población blanca del país.
El trato a los inmigrantes ha generado preocupación entre los líderes de la llamada" nación del arco iris".
Y esos inmigrantes, agrega, se han convertido en chivos expiatorios para los muchos problemas sociales que enfrenta Sudáfrica y que incluyen el alto desempleo, la escasez de vivienda y uno de los peores índices de delincuencia en el mundo.
No es la primera vez que hay incidentes xenófobos en Sudáfrica, pero la última ola de ataques contra extranjeros ha generado preocupación en la llamada "nación del arco iris".
Se trata de un país, destaca nuestra corresponsal, que aún tiene las cicatrices del apartheid y en el que algunos de los más pobres están peor que en la época anterior a la transición del gobierno de la mayoría.
En declaraciones a la BBC el funcionario de la Cruz Roja, Mbuto Mthembu, advirtió sobre las consecuencias de los episodios de violencia.
"La hemos vista antes en este país y sabemos lo fea que es. No la queremos volver a ver".
Y los temores han provocado la intervención del ex presidente Nelson Mandela.
"Recordemos el horror del que venimos", dijo el Premio Nobel de la Paz.
"Nunca olvidemos la grandeza de una nación que ha podido superar las divisiones. No descendamos nunca hacia la división destructiva".