Bolivia vive una crisis profunda de Estado que originó en el país un “caos jurídico”, donde la Constitución Política del Estado (CPE) y las leyes perdieron todo respeto, aseguraron parlamentarios de oposición y analistas quienes responsabilizaron al Gobierno de la incertidumbre en la que los bolivianos deben vivir diariamente.
La diputada y ex jefe de Bancada de Poder Democrático Social (Podemos), Lourdes Millares, al respecto sostuvo que todos “los bolivianos estamos viviendo en una profunda crisis de Estado”, que toca todos los escenarios políticos en el país e incluye un proceso de desinstitucionalización y defenestración del Poder Judicial.
Según Millares, el culpable de la crisis boliviana es el Movimiento Al Socialismo (MAS) que en su intención de aplicar su proceso de cambio atropella todas las instituciones. Recordó que el Gobierno -cuando se le antojó- cercó el Congreso Nacional para aprobar la Ley INRA, los referéndumes dirimitorio y ratificatorio de la Constitución.
“Se ha puesto en la Corte Nacional Electoral (CNE) a uno de los ideólogos del masismo como es José Luis Exeni, entonces estamos viviendo una situación muy complicada, paralelo a ello los referéndumes autonómicos están expresando una decisión popular con resultados que son contundentes para el Gobierno”, puntualizó la parlamentaria.
Afirmó que si bien el referéndum revocatorio no resolverá todos los problemas del país, por lo menos le devolverá a cada ciudadano boliviano la potestad y la posibilidad de decidir la permanencia o no del presidente de la República, Evo Morales Aima.
El analista político, Gonzalo Valenzuela, por su parte, consideró que Bolivia vive un “caos jurídico” caracterizado por la irreverencia a la actual Constitución Política del Estado (CPE), y coincidió con otros expertos en que el país está en “coma profundo” desde el momento en que se aceptó el referéndum autonómico del 4 de mayo.
Valenzuela calificó al referéndum revocatorio como un “boomerang” político, planteado sólo para salir de la crisis en la que se encuentra el país y criticó que los bolivianos no puedan sentarse alrededor de una mesa y dialogar para resolver por sí mismos sus conflictos.